Una experiencia un tanto mágica.

Hola a todos, hoy me gustaría compartir con todos vosotros una grata experiencia un tanto mágica como el título viene a indicar. Esta experiencia ha ocurrido hace poco, muy poco. Ocurrió sobre las una de la madrugada del sábado. Mi día había sido de lo más desastroso. Tuve que salir a comprar, cuando llegué a casa tenía que limpiar y para colmo se me rompieron las gafas y tuve que salir rápidamente a la óptica para que le dieran solución. Todo eso en una mañana y justamente estaba en "esos días del mes" que pasan todas las mujeres, por lo que estaba de lo más insoportable, sensible y falta de cariño. En ese día sentía que todo me podía, que todo podría superarme, que no valía la pena luchar nada... Me pasé gran parte de la tarde abatida y con unas ganas de llorar que cada vez iban aumentando más y más pero no podía romperme en mil pedazos. Estaban mis dos mejores amigas en mi casa y no se merecían verme así, y más cuando una necesitaba mi ayuda. Me pasé el otro resto de la tarde trabajando, haciendo cosas para el instituto e intentando hacer algo productivo pero la desesperación por no saber nada de él me ahogaba. La preocupación con ese toque de tristeza era lo único que estaba presente en mí. Así que, a la noche me "desahogue" por twitter, justamente por una cuenta anónima que tengo.
Todo empezó cuando vi un tweet, llevaba una imagen que me llamó la atención. La imagen no era otra cosa que una frase que decía "Los que mueren por amor no se rinden ante la vida por haber perdido al ser que amaban, sino porque saben que tras el sufrimiento se encuentra algo peor: el olvido...", no sé porque pero en ese justo momento me sentía identificada. Por lo tanto lo retweeteé. Acto seguido el chico me siguió y contestó a un tweet que era la continuación de otro. El primero decía "Joder, quiero hablar con él", el segundo y el cual contestó, decía "Pero no da señales de vida". Su respuesta me resultó algo misteriosa y esperanzadora al mismo tiempo; decía lo siguiente "habla conmigo, tal vez tenga esa frase que a veces necesitamos oir". Yo necesitaba hablar, eso era más que evidente pues estaba totalmente hundida y el día no me acompañó, y él estaba dispuesto a escucharme. Aunque fuese un desconocido estaba ahí, para mí. Cosa que me sorprendió bastante y al final resultó ser algo mágico. Dos personas, totalmente desconocidas, se encuentran en la misma situación, los dos en un estado anímico no muy alegre y que por las casualidades de la vida se encuentran en una red social grandísima como twitter y comienzan a hablar para animarse y aprender a sonreír. No sé, ¿no os parece algo realmente mágico? Con esa simple respuesta suya a mi tweet surgió la conversación, la cual siguió por mensajes directos que desde mi punto de vista era una mezcla entre misterio, sorpresas y magia. Todo resultaba muy misterioso y más aquel chico que intentaba animarme sin apenas conocerme y que al final con su "juego" lo consiguió. Aquel chico misterioso me ayudó y mucho en un momento en el que de tan hundida que estaba ya ni podía ver la luz. Olvidé como sonreír y él me enseñó a volver a hacerlo. A lo largo de aquella mágica conversación fui descubriendo cosas de aquel chico misterioso pero un tanto loco que me fueron sorprendiendo. Aquel chico me enseñó a que tengo que disfrutar de la vida hasta el último tramo de ella, que hasta los tramos amargos hay que disfrutarlos al máximo, que debo de regalarme sonrisas y gestos de alegría a mí misma porque son verdaderos regalos.
Debo de agradecerle mucho a este chico, pues sin él, sin que él me hubiese escuchado, sin que él me hubiese animado todavía seguiría hundida como antes o incluso puede que más. Si estás leyendo esto quiero dirigirme hacia ti y darte las gracias por haber estado ahí, ese sábado alrededor de la una de la madrugada cuando nadie más estaba, porque aunque aunque apenas te conozca y seas prácticamente un desconocido te sentistes identidicado conmigo, hubo algo que hizo que mágicamente conectaramos durante un momento y como bien me dijistes tú "La magia existe y a veces no necesita de trucos". Has estado cuando nadie más estaba y conseguistes animarme que eso ya es mucho, así que gracias. Gracias pequeño escritor, muchas gracias. Espero que esta magia que nos transmitimos no acabe nunca. Un abrazo de esta joven soñadora que te debe mucho por haberla ayudado a abrir los ojos.