La chica revolucionaria que hay en mí
tiene frío.
Hagamos arder las instituciones
que no sirven
para entrar en calor.
Vayamos a quemar palacios,
a quitar la monarquía
y todo lo que tenga que ver
con ella.
Así, el pueblo,
entrará en calor.
Ahora, sólo hace falta
que haya pan para todos.
Hay una niña pequeña
que no es feliz
porque su madre llora.
Su madre llora
y llora y llora
pero también lucha
por poder darle pan
a su niña pequeña
pero hay veces que no puede.
Nadie hace nada por ello.
La niña es infeliz.
Se muere de hambre,
no lo dice
para que su madre
no llore
pero llora.
Por este maldito gobierno derecha
que hace
a los ricos, más ricos
y, a los pobres, más pobres.
Por no darle pan a su hija
ni casa,
ni agua,
ni calor,
ni color,
ni felicidad,
nada.
No se puede hacer nada
con un gobierno así,
con un presidente así.
Al otro lado,
al otro lado de la calle
hay un chico
hijo de obrero y ama de casa
o no, da igual.
Hijo de clase media/baja.
Tiene que dejar su sueño
ya no puede ser médico,
ni arquitecto,
ni ingeniero,
ni abogado,
ni maestro,
ni psicólogo,
ni biólogo,
nada.
Tiene que dejar de estudiar,
no puede pagar.
Volvamos a la España de antes,
a la antigua España,
donde solos los ricos
podían estudiar,
donde la educación
no era para hijos de obreros,
donde la educación
no era un derecho,
ni una obligación,
ni un deber,
sino, sólo
un privilegio
de unos pocos.
Y ahora,
volvamos a la España actual
donde quieren hacer de la educación
algo mediocre
con la LOMCE
quitando asignaturas
que nos hacen pensar
que nos hacen conocer
que no nos hacen ignorantes
e imponiendo otras
que nos dejan ciegos.
Abrid los ojos,
nos quieren manipular.
Seamos revolucionarios
comencemos una revolución,
hay que cambiar.
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