Ya estoy por aquí chiquitines, la espera por fin llegó a su fin y aquí me tenéis de nuevo. Cada viernes me tendréis por aquí con un poquito más de mí, con un pedacito de mi corazón. Nos leemos.

viernes, 30 de octubre de 2015

Tormentas de verano.

Hablemos de tormentas de verano
en Diciembre
cuando le conocí
que ni siquiera sabía que era tormenta,
tormenta de verano,
mi tormenta de verano preferida
que nunca aparece en verano
o sí, quién sabe
pero si lo hace en cada Diciembre
o no, quién sabe (de nuevo).
Que viene cuando quiere
pero con esos huracanes,
esos preciosos huracanes,
repletos de momentos,
recuerdos,
sentimientos,
sonrisas,
lágrimas,
amor,
...
siempre él,
siempre tormenta,
tormenta de verano,
al fin y al cabo.
Y eso, eso me encanta.

Me encanta 
cuando aparece de la nada
o simplemente vuelve
a mí, a mi vida
y lo descoloca todo
entrando como una tempestad
en mi jodido corazón
para joderlo más aún
después de cada tormenta
de verano
con esos preciosos huracanes.

Pero joder,
que forma más bonito de hacerme daño,
¿no?
Porque sí,
me hago daño, tormenta,
queriéndote y queriendo a todos esos huracanes.

Me hago daño, poeta,
con cada tormenta
que permito entrar a mi corazón.
Porque aunque no quiera
o no deba,
o no sé qué
estoy enamorada de él, de ti, de tormenta,
de tormenta de verano
y sus huracanes.

viernes, 23 de octubre de 2015

Recuerdos de Sevilla.

Hablemos de recuerdos bonitos en Sevilla y a su lado.
Cuando estábamos juntos,
cuando caminábamos de la mano,
cuando nos besábamos,
cuando éramos felices,
cuando éramos un nosotros y nadie más,
cuando éramos.

Recuerdo ese viaje,

nuestro viaje.
Ese que hice solo para verte,
para abrazarte,
para besarte,
para ser nosotros.
Ese magnífico viaje a Sevilla,
volvamos allí,
de la mano y caminando por todas sus calles.

Vayamos de nuevo a Plaza España,

a pasear por María Luisa
y ver sus patos,
a comer y visitar tiendas en Nervión
o en cualquier rincón,
a cruzar el puente de Triana,
a pasar por la Torre del Oro,
a ver el Guadalquivir,
a visitar La Seta,
a mirar la fachada de la Catedral.

O vayamos a perdernos

descubriendo y encontrándonos;
enamorándome de ella,
de Sevilla,
y muchísimo más de ti
entre sus pequeñas y antiguas calles.

Vamos a recordar cada momento

cada beso,
cada abrazo,
cada caricia,
cada sentimiento
y todas las risas.
Porque todo eran risas
y sonrisas pronunciadas en silencio
entre nuestros labios,
entre besos.

Que bonito es recordar y que duela

pero solo un poco
porque ya pasó,
porque no va a volver,
porque no hay nada,
porque se acabó,
porque fin.

Pero es bonito

porque me hizo feliz
aunque ahora duela.



viernes, 16 de octubre de 2015

De nuevo...ayuda.



No sé que me pasa en noches como esta
o en días, semanas...
como esta.



Necesito recordar y recordarte
y anhelarte
(de nuevo)
y llorarte
(como cada noche)
y vivirte
(en cada recuerdo,
aunque esté roto)
pero lo necesito.
Al igual que necesito tu ayuda
(otra vez)
porque me he convertido en cangrejo.
He caminado hacia atrás,
y sin mirar,
acabé volviendo a mis errores,
a la misma mierda
(de siempre)
a ese naufragio
del que ya me salvaste.
Y todo eso vuelve.
Así que por eso,
por favor,
vuelve tú conmigo,
vuelve,
vuelve con tu ayuda,
con tu sonrisa y con la mía,
y mis ganas de seguir
o vivir
(o morir,
tal vez)
pero vuelve con algo
no con alguien.
Nada de eso.
Vuelve aquí, conmigo,
para ayudarme.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Rima XXIII

Me han dicho que debo olvidarte,
pero seamos realistas,
ya lo he intentado.
No lo he conseguido.

Pongamos los pies en el suelo
teniendo la cabeza en las nubes
mientras espero a otro Diciembre
para pasar otro año más
sin ti, pero contigo.

Esperando,
con el frío calado en los huesos,
soplando velas,
soplando vidas
o muertes.