Ya estoy por aquí chiquitines, la espera por fin llegó a su fin y aquí me tenéis de nuevo. Cada viernes me tendréis por aquí con un poquito más de mí, con un pedacito de mi corazón. Nos leemos.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Abrazos.

Hoy necesito que alguien me abrace. Que lo haga una revolución con todo su calor y valentía o una tormenta de verano pero que sea mi preferida para que lo haga así, de repente, y me haga feliz antes de irse pero después de alborotarlo todo, hasta mis sentimientos.

Me gustaría poder quedarme entre los brazos de alguien pero mejor entre los tuyos, tormenta, y me den o me des ese calor que tanta falta hace en Diciembre o en Septiembre porque ya hace frío.

Y tengo el frío metido en los huesos de tanto quererte, de tantos Diciembres soplando velas y de tanto esperarte pero aquí sigo con el frío calado en los huesos; sin ti pero contigo, a la vez. También queriéndote y odiándote al mismo tiempo.

Ya ves, tengo una antítesis con tu nombre y mis sentimientos, al igual que yo soy una antítesis en mí misma. Que te puedo decir que quiero a verano y a la vez que estoy enamorada de Diciembre pero a quien voy a engañar si te quiero a ti y estoy enamorada de ti y de ti y de nadie más.

Pero quiero desenamorarme para así volver a enamorarme pero está vez no de ti, o sí, quien sabe. Porque te quiero hasta sin hacerlo, hasta sin quererlo pero lo hago.

Y ojalá tú aquí abrazándome porque eres el abrazo que necesito. Así que ven, ven y quédate pero conmigo, da igual que me quieras (o no), sólo abrázame.




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