Ya estoy por aquí chiquitines, la espera por fin llegó a su fin y aquí me tenéis de nuevo. Cada viernes me tendréis por aquí con un poquito más de mí, con un pedacito de mi corazón. Nos leemos.

martes, 29 de septiembre de 2015

Volviste tormenta.

Volviste un domingo de madrugada
y ya eran pasadas las cinco
después de estar cinco días pensando
en si hablarte, o no,
y en como hacerlo.
Pero no lo hice.
Te adelantaste,
pidiendo perdón,
y no sabes cuanto lo agradezco.
Porque necesitaba de ti
y también, pedirte perdón
como no pude hacerlo
en ese jodido instante
cuando ocurrió todo.
Perdón por ese maldito texto que escribí
otro domingo de madrugada
cerca de las dos o las tres
o justo en ese tramo horario,
no lo recuerdo bien,
pero de Marzo
un mes bastante pasado.

Hace seis meses,
medio puto año,
que escribí ese maldito texto
que quizá y solo quizá
no debería de haber escrito nunca
porque te hizo daño,
o eso creo,
y eso no me lo perdono.
Que las letras hacen daño
pero sólo a mí, poeta,
y no a la musa
o a ese jodido chico, tormenta,
a quien le escribo.
O quizá y solo quizá
si que debería de haber escrito
ese maldito texto
porque me desahogué
pensando en ti, tormenta,
que aunque te dije,
aléjate de mí y de mi vida,
también te dije,
lo mucho que te quería 
y quiero,
al igual que hablé de ese amor,
nuestro amor,
imposible pero predestinado
que va soplando velas
e incumpliendo deseos
en cada Diciembre
porque en este
ya van siete jodidos años
enamorada de ti pero no contigo.

Pero aún así me equivoqué.
Me equivoqué con ese maldito texto
pero menos mal que llegaste
un domingo de madrugada
pero de Agosto.

Llegaste,
pidiéndome perdón
que no entiendo ni entendí
el porqué de aquello.
Porque se equivocó poeta
y no tormenta.

Pero volviste de nuevo
en Agosto, 
en domingo
y de madrugada
para salvarme,
tormenta,
de otro domingo y sus putadas.
Y volviste a mi vida
con tu amor y con el mío,
de nuevo,
haciéndome recordar ese amor
y todos los huracanes
repletos de recuerdos contigo
cuando te volvías tormenta,
tormenta de verano,
y los traías contigo.

Y gracias a ello,
a tu regreso,
a ese domingo de madrugada en Agosto,
a tus tormentas de verano
junto a esos huracanes
llenos de recuerdos que traen de nuevo a mí
nuestro amor imposible pero predestinado
y gracias a ello,
puede decirte, de nuevo,
que te quiero, tormenta,
en Diciembre o en verano.


jueves, 24 de septiembre de 2015

Naufragio.

Hace poco que volví a la misma
 [mierda de antes.
Esa misma que tú conseguiste
 [sacar de mi vida
que no sé como coño lo
   [conseguiste,
pero lo hiciste
y necesito tu ayuda.



Porque ahora esa misma mierda
(o peor aun)
vuelve a mí
para joderme,
para hundirme,
para hacerme daño,
para acabar conmigo,
como no consiguió hacerlo la última vez
porque tú estabas conmigo
y me salvaste,
de mi naufragio,
llamado vida.
Por eso te necesito
(de nuevo)
para que me salves
(otra vez)
pero ahora es distinto,
es más jodido,
porque no estás.
No te tengo porque te fuiste
de mi vida,
así, sin más.
Por eso tengo miedo,
miedo de pedirte ayuda
para este nuevo naufragio
y que la rechaces.
Y por eso,
por el miedo,
tengo una carpeta llena de borradores
repleta de cartas,
hacia ti,
pidiéndote ayuda desde mi naufragio,
llamado vida,
amor,
dolor,
tormenta,
lágrimas,
recuerdos,
abril,
agosto,
tú,
él,
nosotros,
ellos,
...
Pero no tengo los suficientes 
[cojones
para mandarte ese mensaje,
esa puta carta pidiéndote
[ayuda,
en una botella de cristal
desde mi naufragio.


martes, 15 de septiembre de 2015

Reseña: Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell.

Título: Pídeme lo que quieras.
Autora: Megan Maxwell.
Editorial: Planeta.
Libro: 1/3.
Formato: Tapa blanda.
Páginas: 460.
ISBN: 978-84-08-12732-1


Sinopsis:
Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato.

Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.


Opinión personal:
Pídeme lo que quieras es la primera novela erótica que leo en papel. Al principio no me gustó mucho y de hecho estuve a punto de dejar el libro porque veía a los personajes totalmente planos, un jefazo alemán que se encapricha de una secretaria de su empresa y ella sucumbe a sus encantos. Todo demasiado predecible hasta que poco a poco la novela va avanzando y parece que todo empieza a tener algo de más sentido pero tampoco mucho.

La novela se hace entretenida y tiene mucho sexo, de hecho desde el principio empieza a haber sexo entre ellos cosa que me parece mal porque antes de introducir la historia o trama propiamente dicha se acuestan entre ellos y apenas conocemos a los personajes. Y no solo hay sexo entre los protagonistas, en el primer capítulo (si mal no recuerdo) Judith pilla a su jefa y a un compañero suyo.

La novela sólo se basa en eso, sexo, sexo y más sexo que no es que me parezca mal sino que esto no es porno es una novela erótica y debe de haber una historia, una trama, algo más allá del sexo. Cosa que Megan no consigue.

La visión que tiene Eric sobre el sexo me parece en ciertas ocasiones demasiado sexista y machista ya que utiliza a la mujer como un mero objeto para su disfrute que si es consensuado está bien pero según lo poco que se puede ver de Jud hay veces que duda y aún así Eric hace ese tipo de cosas con ella. Por eso mismo detesto a este personaje porque me parece de lo más machista que hay y no entiendo porque una mujer a podido crear a un personaje de esta calaña y aunque Jud se pueda salvar en ciertos puntos de la novela también me parece un personaje de lo más odioso. Se hace ver que es una mujer de bandera y que ella es la que toma sus decisiones pero cuando llega el jefazo alemán todo cambia en ella y si se enfada con solo una mirada de él ya está todo resuelto. Parece que es una mujer de carácter pero en cuando llega Eric esa mujer y ese carácter se esfuman. Aunque es cierto que en pocas, poquísimas ocasiones aparece esa mujer con carácter pero siempre acaba cediendo. Además se pasa toda la novela diciendo que no le gusta el sado y al final parece que sí porque algo de ello se muestra cosa que por solo hacer eso ya pierde todo lo que pensaba de ella en un principio (que era bueno).

El final es otra cosa, no te lo esperas para nada así y verdaderamente me sorprendió el giro (uno de los pocos giros interesantes que tiene la novela). No me lo esperaba para nada porque todo parecía tan bien que eso sería impensable. Pero pasa y se queda así, para le segunda parte.


Personajes:
Poco puedo decir ya de los protagonistas, Eric me cayó mal desde el principio y Judith fue perdiendo puntos a medida que iba avanzando la historia y según ella se fue trasformando en una mujer sumisa cuando era todo lo contrario y todo para el disfrute de Eric.

Otro personaje que no me gustó mucho fue la hermana de Judith, Raquel. No para de meterse en los asuntos de su hermana y esa forma cariñosa que tiene de llamarla me parece de lo más horrible. Además de sus inmumerables presentimientos sobre que su marido le es infiel después hay que soportarla son los juegos, sitios y demás detalles sobre sus relaciones sexuales.

Y por último está Fernando que ante todo me ha dado un poco de pena porque está enamorado de Jud pero me parece muy plano también porque no llega a descubrirse gran cosa de él. Me parece un buen chico desde el principio pero un poco pesado con Jud y todo el tema de ella y su jefe. Al final cansa y mucho.
En resumen, Megan no lo ha hecho nada bien con los personajes ya que no me han gustado demasiado y han llegado a ser odiosos.

Puntuación:
-2/5- No me gustó cómo enfocó el sexo ni los personajes.

Citas:
"La música es algo maravilloso en la vida. Mi madre siempre decía que la música amansa las fieras y que las letras de muchas canciones pueden ser tan significativas para el ser humano que incluso nos puede ayudar a aclarar muchos sentimientos."


jueves, 10 de septiembre de 2015

Tormentas de verano, él.

Y me habló, después de un día de silencio y de que Septiembre ya entró en nuestras vidas y en la de todos. Llevándose con él esas tormentas de verano que tanto me gustan y que tanto me recuerdan a él. Porque él, es mi tormenta de verano preferida y también la que más daño me ha hecho y más destrozos ha causado en mi corazón y en mí dejándome completamente sola y hecha un mar de dudas que nunca fueron solucionadas. Pero aún así, después de todo, me encanta que regrese a mí, cada verano o cada Diciembre, me da igual cuando. Lo único importante es que regresa y me da la vida aunque también, la tormenta. Pero me da igual todo, porque le quiero a pesar del tiempo, de la distancia, de las tormentas en verano o Diciembre, todo.
Y ahora está conmigo, no quiero que se marche.
¿Aguantará, por lo menos, hasta Diciembre?

lunes, 7 de septiembre de 2015

Sólo un año y poco más.

Dentro de poco, de muy poquito comienza un nuevo curso y ya solo queda un año y poco más para marcharme de aquí y empezar de nuevo, de cero, en cualquier lugar.

Y tengo tantas ganas de que este año pase y de que pase muy rápido y de que pase muy despacio pero también tengo miedo. Mucho miedo. De los cambios, de las despedidas, de las cosas nuevas, de lo que dejo atrás, de todo.

Tengo miedo de no volver a verte, tormenta, y de que pasen más de cuatro años sin poder abrazarte, ni besarte, ni nada. Le tengo pánico al paso del tiempo sin ti, sin tu esencia ni tu presencia en mi vida. Y es que me aportas tanto y te quiero tanto que no me imagino una vida sin ti, aunque sea en segundo plano.

Y si eso pasara, si no pudiera verte después de este año, después de tantos cambios me gustaría verte ahora y todos los días que pueda y guardar cada gesto tuyo en mi retina para así no poder olvidarte aunque el paso inexorable del tiempo lo intente.

Ya queda poco y mucho tiempo hasta que me vaya y comience de nuevo. Ay, otra antítesis en sí misma. Poco y mucho. Otra antítesis de nuestro tiempo aunque poco exacta. No sé cuanto nos queda y de eso también tengo miedo. Pero me desvío del tema y no quiero, que queda un año y poco más.

Tengo miedo y a la vez no.


          Sólo un año y poco más para decir
adiós.



viernes, 4 de septiembre de 2015

Abrazos.

Hoy necesito que alguien me abrace. Que lo haga una revolución con todo su calor y valentía o una tormenta de verano pero que sea mi preferida para que lo haga así, de repente, y me haga feliz antes de irse pero después de alborotarlo todo, hasta mis sentimientos.

Me gustaría poder quedarme entre los brazos de alguien pero mejor entre los tuyos, tormenta, y me den o me des ese calor que tanta falta hace en Diciembre o en Septiembre porque ya hace frío.

Y tengo el frío metido en los huesos de tanto quererte, de tantos Diciembres soplando velas y de tanto esperarte pero aquí sigo con el frío calado en los huesos; sin ti pero contigo, a la vez. También queriéndote y odiándote al mismo tiempo.

Ya ves, tengo una antítesis con tu nombre y mis sentimientos, al igual que yo soy una antítesis en mí misma. Que te puedo decir que quiero a verano y a la vez que estoy enamorada de Diciembre pero a quien voy a engañar si te quiero a ti y estoy enamorada de ti y de ti y de nadie más.

Pero quiero desenamorarme para así volver a enamorarme pero está vez no de ti, o sí, quien sabe. Porque te quiero hasta sin hacerlo, hasta sin quererlo pero lo hago.

Y ojalá tú aquí abrazándome porque eres el abrazo que necesito. Así que ven, ven y quédate pero conmigo, da igual que me quieras (o no), sólo abrázame.




miércoles, 2 de septiembre de 2015

Carta a Septiembre.

Empieza Septiembre y con él se va el verano y todo lo ocurrido en él. Se van esos amores adolescentes que parecen que son tan puros y las tormentas de verano que tanto me gustan pero que tanto daño causan. Con Septiembre se van Julio y Agosto y menos mal porque ya empezaba a cansarme un poco de ellos y también se va el calor (o eso espero) que tanto me ha agobiado en esas noches de verano llenas de insomnio y todo eso. Menos mal que Septiembre se lleva muchas cosas pero regresa con otras y mantiene a personas indispensables en mi vida.
Hola Septiembre, espero que este año seas bueno que ya sabes que tengo algo de miedo y que voy a necesitar mucha ayuda para poder con todo. Ya sabes que me esperan grandes aunque también pequeñas cosas y por eso necesito que estés de mi lado. Tan solo llevas un día en mí, en todos, en el calendario y ya me has hecho conocer a una persona maravillosa que se quedará en mi vida mucho tiempo y que ojalá nunca se vaya. Sólo lleva un día en mí y parece que lo conozco de toda la vida y por eso me muero de ganas por abrazarle a pesar de la distancia.
Adiós Septiembre, ya sabes... pórtate bien conmigo y con todos mis seres queridos. Besos;
Alexandrine Paradise.