Ya estoy por aquí chiquitines, la espera por fin llegó a su fin y aquí me tenéis de nuevo. Cada viernes me tendréis por aquí con un poquito más de mí, con un pedacito de mi corazón. Nos leemos.

viernes, 22 de enero de 2016

Felicidad o algo así.

Cuando eres feliz a rabiar y vuelves a sonreír y reír de verdad, como si fueras una niña pequeña a la que no le importa nada ni nadie porque vive en su mundo de fantasía; como si fueras una niña pequeña viviendo entre sueños de algodón de azúcar estando siempre feliz y siendo toda felicidad; como si fueras -de nuevo- la niña pequeña que un día fuiste pero que dejaste atrás por tanta tristeza, por tanto capullo que no es de flor pero que roba primaveras, por tu corazón roto que nunca volverá a latir como la primera vez, por las tormentas de verano que no cayeron en verano pero sí en diciembre, por las primaveras perdidas y por no hacer -como dijo Neruda- lo que la primavera hace con los cerezos pero no con esos capullos que no son de flor, ni con los demás; solo con nosotros mismos, para hacernos felices de verdad o al menos; intentarlo.


Sí, soy yo; feliz.

viernes, 15 de enero de 2016

No quiero volver a tropezar.

No quiero volver a tropezar
con la misma piedra,
con aquella primera vez,
con aquella tormenta,
con aquel chico que me amó,
de verdad, 
o eso creo.

Pero es inevitable recordar,
echar de menos
y querer regresar
a todo aquello.

Volver a querer.
Volver a hacerme daño.
Volver a tropezar
y darme la hostia
que en su día
ya me dí.

Quiero hacerme la fuerte
y enamorarme de nuevo
pero no puedo
sin desenamorarme primero
de ti.
Pero ya sé
que no puedo.

Has sido la tormenta,
de verano,
que me caló
en pleno diciembre
que regresa
y que se va
entrando a mi corazón
mojándolo todo
para luego irte.

Y que triste todo cuando no estás,
cuando te vas y no regresas
y me dejas mojada,
calada hasta los huesos
hasta lo más profundo
de mi alma,
sola,
sin ti,
sin tormentas
y lo más triste aún;
sin MÍ.